sábado, 2 de septiembre de 2017
Historia de la Caricatura
Antecedentes Historicos
La caricatura ha sido desde el comienzo
de la historia un tipo de representación exagerada de unos personajes o de unos
hechos con el fin de poder trasmitir un mensaje, una idea, la mayoría de veces
sarcástica sobre una cuestión determinada.
Es por este motivo que desde siempre,
el hombre recurrió a realizar una serie de trazos bien expresivos, bien
simbólicos, pero tremendamente simples con los que trasmitir ideas por medio de
las imágenes y así llegar a un mayor número posible de espectadores a los que
convencer de tales ideas.
Los primeros ejemplos que encontramos
son los del antiguo Egipto. Todos los autores que se han encargado de estudiar
el tema, coinciden en remontar sus orígenes hasta las culturas Mesopotámicas,
Precolombinas, egipcias...
Pasando a otra cultura la época griega
es rica en representaciones caricaturescas, cuya evolución va respondiendo a
los diversos conceptos que sobre el tema de lo "cómico" aparecen en
su filosofía, así desde un punto de vista teórico esta ciencia se preocupaba
por indagar la esencia y el valor moral de lo cómico analizando su aspecto
estético, ejemplo de toda esta preocupación lo encontramos en Platón quien no contempla nada bueno en la
hilaridad, o de Aristóteles quien la
considera de escaso interés, motivo por el cual no se le ataca directamente,
más bien se la elude, sin embargo una generación
posterior con Teofrasto (discípulo de éste último) se empieza a ver ya lo
cómico como algo positivo; y de esta forma es cuando
la literatura y el Arte nos empezarán a
mostrar los más claros y ricos ejemplos de caricaturas.
Ceramica que representa a Eneas con Aquiles y Escano
Esopo aprendiendo de una Zorra
En Roma el bagaje filosófico sobre lo
cómico no será tan extenso como en el caso de Grecia, pero sí
importante, de
esta forma es interesante señalar las opiniones reflejadas por Dionisio
de Prusa, reivindicando el valor moral de la risa y de la
sátira de costumbres; Plutarco, estableciendo en la risa una función
ética y
transformando la estética de lo cómico en rígido moralismo; Plinio,
teorizando sobre lo cómico;
Llegados a la Edad Media donde este aparato desaparecerá,
ningún filósofo o teólogo del momento hará referencia a la caricatura. No obstante y tal
vez supliendo a este corpus inexistente, tenemos los bestiarios y fisiólogos
medievales, en donde, y según la creencia del momento los animales habían sido
creados para servicio del Hombre, a fin de que su estudio y la contemplación de
sus costumbres fuesen para el Hombre reglas de vida o motivo de escarmiento y
corrección según las propiedades del animal que se mostraba como ejemplo, de
tal forma que era permitido por la Iglesia el uso de animales para exonerar al
público. Este es el motivo por el que a pesar de las limitaciones técnicas del
mazonero caricaturista medieval, se abriese ante él un gran abanico de
posibilidades imaginativas
Por lo que respecta al Renacimiento, la
evolución de la caricatura durante este periodo viene marcada por la aparición
de la imprenta. En cuanto a los caricaturistas-artistas
del momento, tendríamos que señalar al mismo Leonardo Da Vinci con sus series de bocetos-retratos
cargados de un naturalismo exagerado y a Miguel Ángel; en el norte de Europa
pintores de la talla de El Bosco o de Durero, Holbein el Joven o Brueghel el Viejo...etc. Aunque el más destacado como
caricaturista sea Carracci, quien hará hincapié en el
tema de lo grotesco.
Llegados ya al siglo XVII, a nivel
teórico empezarán a surgir las primeras definiciones de caricatura y los
primeros estudios casi monográficos sobre el tema, así encontramos los trabajos
del Conde Mosini, en el primero de ellos, aparece la
definición del término en cuestión como "Perfetta deformitá" en contraposición al concepto
Renacentista-Barroco de "Belleza ideal"
definición que se hace aún
más precisa en el segundo de sus estudios[20] cuando la describe como:
"Un procedimiento de retrato, nacido de un
interés realista, aunque con finalidad cómico-fantástica"
En cuanto a los
artistas-caricaturistas del momento tendríamos que señalar a figuras como Tiépolo, Jaques Callot, discípulo
de Carracci
con sus series de "Los Bohemios" y "Los Mendigos"; Stefano Della Bella; Cornelius Dusart,
primer cultivador de la sátira política o Bernini con
las caricaturas de los cardenales
Durante el siglo XVIII en el terreno
filosófico y teórico destacará la figura de Francis Grose,
primer personaje que intenta codificar una serie de reglas sobre la caricatura. (Rules for Drawing caricatures) No obstante lo más llamativo
de este siglo serán las recopilaciones de caricaturas que se llevan a cabo, en
este sentido tenemos que citar por un lado a Arthur Pond, quien en 1743 publicará en Inglaterra una colección
de caricaturas europeas, y por otro lado a Boyer De Nimês, quien recogerá para publicar en 1792 toda una
colección de imágenes satíricas francesas aparecidas hasta ese momento.